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Impactante femicidio: Asesinó a su esposa embarazada y a sus hijas para irse con su amante

La historia de la aparente familia feliz y el posterior asesinato por el padre conmocionó a Estados Unidos y se convirtió en uno de los casos más impactantes de homicidio.

Mundo29 de julio de 2024Guadalupe MonteroGuadalupe Montero
Femicidioestadosunidos

Una de las últimas fotos que se sacaron los Watts aparentan todo lo que cualquier persona se imagina como una familia feliz. La sonrisa de los padres al abrazar a sus hijas pequeñas, en el campo con un atardecer de fondo. La imagen transmite alegría y calidez, aunque detrás de uno de sus miembros se escondía un secreto oscuro.

El 16 de agosto de 2018, la Policía de Denver encontró los cuerpos de Shanann, que estaba embarazada, junto al de sus hijas Bella y Celeste, de 4 y 3 años. Las tres fueron asfixiadas hasta la muerte y estaban en el interior de una fosa y un tanque de petróleo. Horas antes, el padre -Chris Watts- fue detenido y realizó una escalofriante confesión ante su propio padre: él las había asesinado para escaparse con su amante.

El secreto

Shanann Cathryn Rzucek, oriunda de Carolina del Norte, en Estados Unidos, había pasado por varios momentos difíciles de su vida antes de conocer a Christopher Watts. En principio, había atravesado un divorcio complejo, fue diagnosticada con la enfermedad de lupus y entró en depresión. Pero todo había parecido mejorar luego de empezar a intercambiar mensajes con Chris a través de Facebook.

En 2010, después de hablar durante un tiempo, coordinaron una cita y comenzaron a salir. Poco a poco, el vínculo se fue intensificando y decidieron casarse dos años más tarde. Tras la unión de la pareja, se mudaron juntos a la localidad de Frederick, al norte de Denver, la capital de Colorado.

Todo parecía marchar bien. Incluso, Shanann se encargaba de publicar los detalles más felices de su vida a las redes sociales para que sus familiares y allegados estén al tanto. Y así lo hizo también con la llegada de sus dos hijas, Bella Marie en 2013, y de Celeste Cathryn en 2015.

A pesar de que los cuatro se veían como una familia ideal, no todo lo que ocurría puertas adentro era de color de rosas.

Chris y Shanann se habían endeudado tras haber solicitado un préstamo para comprar la casa de dos pisos en donde vivían. Para ese entonces, ella trabajaba como vendedora independiente de productos de bienestar, mientras que él tenía un puesto menor en una empresa petrolera.

Su situación económica comenzó a ajustarse cada vez más, al punto de que se declararan en quiebra en el 2015. Esta situación produjo algunas discusiones al interior de la pareja y un malestar creciente en el caso de Chris, quien, poco a poco, empezó a alejarse de su esposa. A pesar de que nadie lo imaginaba, él escondía un secreto imperdonable.

Tres años más tarde, ocurrió un hecho que parecía emocionar a la familia otra vez: Shanann se había enterado de que estaba esperando a su tercer bebé. “Te amo, Chris. Eres el mejor padre que las chicas podrían tener”, escribió la mujer en su cuenta de Facebook luego de anunciar la gran noticia.

Ese verano, la mujer pasó el verano en la casa de sus padres en Carolina del Norte junto a sus hijas. La idea era tomar distancia de su marido para que reflexionara sobre el futuro de su relación, debido a las constantes peleas que mantenían. Sin embargo, la distancia y la frialdad que había entre ambos continuaba siendo abismal.

Tras su vuelta de las vacaciones, Shanann confirmó sus sospechas: Chris tenía una amante desde hace años. Se trataba de Nicole Kessinger, una compañera de trabajo de 30 años que, según sus declaraciones posteriores al crimen, reveló que fue engañada, ya que Watts le había dicho que se estaba divorciando.

Una confesión imperdonable

El 9 de agosto de 2018, Shanann viajó hasta el estado de Arizona junto a su amiga Nicole Atkinson por cuestiones de trabajo, y se instalaron en la ciudad de Phoenix. Allí, estuvieron durante casi tres días hasta que en el día 12 volvieron a Colorado en la noche.

Desde el aeropuerto, ambas se tomaron un taxi y Watts fue la primera en bajarse. Antes de ello, las amigas habían coordinado en encontrarse la mañana siguiente para asistir a una ecografía. Para ese entonces, Shanann transitaba las 15 semanas de embarazo.

    
El posteo de Shanann Watts a 15 semanas de su embarazo. (Foto: The Mirror)
Sin embargo, al otro día, la mujer nunca contestó los mensajes y llamadas de Atkinson. Las horas pasaron y la preocupación de Nicole se elevó al punto de ir hasta su casa junto a su hijo adolescente para averiguar qué había sucedido.

Una vez ahí, tocó timbre varias veces y nadie respondió, por lo que llamó a Chris para alertarlo. En esa breve conversación, él le dijo que estaba en camino y le pidió que no le diga nada a nadie, pero ella sospechó de esa actitud y decidió denunciar el hecho a la Policía de Frederick.

En la inspección, los efectivos no encontraron señales de Shanann ni de las nenas, aunque sí encontraron su anillo de matrimonio en una mesa y su celular. Al encender el dispositivo, descubrieron que el primer mensaje que aparecía era de su marido: “Si te llevas a las chicas, avísame dónde estarán”, escribió Watts.

A pesar de ello, Christopher, de 33 años, no supo decir a dónde podría estar su familia y se convirtió en el principal sospechoso, ya que tanto Nicole como su hijo, sugirieron que el hombre se mostró nervioso durante la visita de los policías.

Si bien en la tarde del 14 de agosto los investigadores fueron a la casa de los Watts con perros rastreadores para poder buscar restos humanos, no tuvieron éxito. Para ese momento, el caso de la desaparición de la mujer y las pequeñas había trascendido en los medios locales.

“Shanann, Bella, Celeste, si están ahí afuera, vuelvan. Si alguien las tiene, por favor tráiganlas de vuelta. Necesito volver a verlas. La casa no está completa sin ustedes acá”, dijo Watts a la prensa sin ninguna expresión de preocupación o tristeza. En ese instante, las sospechas se concentraron en él.

Al día siguiente, Christopher fue citado a declarar ante la Justicia, en donde contó que la noche anterior le había dicho a Shanann que se quería separar y negó tener una amante. Pero los investigadores continuaron con sus dudas y lo sometieron al polígrafo, instrumento que reveló que Watts estaba mintiendo.

En medio de un ataque de nervios, Chris pidió hablar con su padre, Ronnie Watts, quien entró a la Cámara Gesell y charló con él durante varios minutos. Luego de que el hombre le insistiera a su hijo sobre lo que había sucedido, Watts se quebró y lo confesó todo.

Christopher admitió haber asesinado a su esposa por estrangulamiento. Para ocultar el crimen, llevó su cadáver al terreno de la empresa en donde trabajaba y, una vez ahí, asfixió a sus hijas con unas sábanas y escondió sus cuerpos en tanques de combustible. Luego, tiró los restos de su exmujer a una fosa y el de las pequeñas a un tanque de petróleo.

Tras varias interrogaciones, Watts terminó confesando otro detalle: la motivación que lo llevó a cometer los homicidios tenía que ver con una relación extramatrimonial que mantenía con una compañera de trabajo, Nicole Kessinger.

A pesar de que la mujer declaró que no tenía conocimiento de las intenciones de Chris, también quedó en el centro de las sospechas: la Policía descubrió que semanas atrás había hecho una búsqueda particular en Internet. “¿Cuánto dinero ganó Amber Frey?”, buscó Kessinger.

Este punto llamó la atención de los investigadores ya que se trataba de una autora que escribió un libro autobiográfico sobre su amante, luego de que él asesinara a su esposa embarazada en 2002. Sin embargo, la Justicia no reunió las pruebas suficientes como para imputarla.

   

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