Massa se aferra a los índices de septiembre para llegar con aire a las elecciones

Luego de un agosto extremadamente difícil, que para el Gobierno trajo un mal resultado electoral en las PASO, una posterior devaluación del peso para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una inflación que el conjunto de los analistas prevé por encima del 10%, tanto en la Casa Rosada como en el Ministerio de Economía entienden que septiembre será la última carta para llegar con aire a las elecciones generales de octubre y colar a Sergio Massa en el balotaje.
Los indicadores económicos del noveno mes del año se conocerán días antes de las elecciones generales. La apuesta del oficialismo es que muestren una desaceleración respecto del mes anterior, que afloje un poco el malestar social por el complicado rumbo de la economía y que juegue a favor una mirada a corto plazo del electorado.
En la última semana, Massa dio el primer paso en esa dirección: anunció una serie de medidas para reducir el impacto de la devaluación en los ingresos de los trabajadores. Entre ellas, una suma fija de $60.000 para los trabajadores tanto del sector público como del privado cuyos ingresos netos sean inferiores a $400.000.
La iniciativa generó un encendido rechazo no solo de parte del sector empresario y funcionarios opositores, sino que la preocupación escaló incluso a municipios y provincias afines ante la sospecha de que la concesión del beneficio provocará un desequilibrio en sus cuentas locales. De hecho, hasta Axel Kicillof, que concentra gran parte del peso de la campaña oficialista para que Massa llegue con chances a octubre, dilata el pago del bono.
El desafío de Massa también es afianzar la estabilidad del dólar tras el brusco salto en la semana posterior a las PASO. Y a la vez, evitar una mayor sangría en las reservas del Banco Central (BCRA).
En ese sentido, en los últimos días significó un guiño la aprobación, por parte del FMI, del nuevo acuerdo con la Argentina que habilitó un desembolso de US$7500 millones. Además, con el impuesto PAIS a las importaciones, la recaudación tributaria creció 134% en agosto, por encima de la inflación, según datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), lo cual permitió que el Estado engrosara sus arcas en pesos.