“El horno no está para bollos”

Este miedo que tienen los políticos de hacer cumplir la convivencia ciudadana. En todos los países del mundo hay reglas que deben cumplirse. 

Actualmente lo que está pasando en Buenos Aires, precisamente desde la residencia de la vicepresidenta en Recoleta, el relato audiovisual nos está distrayendo, la causa judicial, el sí o no a las vallas. Lo más gracioso es que todos los kirchneristas critican a los oligarcas, a todos los que viven en Palermo o en Recoleta, y van a darle el apoyo a su jefa, Cristina Kirchner, que es donde vive ella, en Recoleta.  

Vallas sí o vallas no es una pelea de chicos que nos termina perjudicando a todos nosotros, a los Ciudadanos de a pie, como yo digo que este partido ya está armado, que se llama el partido Ciudadanos de a pie que está conformado por todos nosotros los que vamos a salir a votar.  

La oposición se junta para determinar si ponen o no vallas, y nosotros somos parte de un país que estamos preocupados por otras cosas donde el Gobierno y la oposición no la están tratando, por ejemplo, esta inflación galopante que tenemos, la presión fiscal que tenemos, las leyes laborales que tenemos. En definitiva, hay una dirigencia política que está más preocupada por unas vallas que los temas que a nosotros realmente nos importa que evidentemente les importa nada.  

Yo hoy siento que estamos en un país totalmente a la deriva, muchachos se tienen que empezar a poner las pilas, tienen que empezar a trabajar en temas que a nosotros realmente nos importan, porque todo esto se va a la mierda, ojalá no pase.